Tener un sueño reparador es esencial para revitalizar nuestro físico y mentalmente reponernos tras un día agitado. A medida que transcurren las horas, vamos agotando las reservas energéticas, y al finalizar el día, tras múltiples tareas y desafíos, sentimos la necesidad de descansar.
Un sueño interrumpido o de mala calidad puede llevarnos a manifestar signos de agotamiento, desde estados de irritación, falta de atención y fatiga, hasta condiciones más serias como estados depresivos o episodios de ansiedad.
En este contexto, se destaca la relevancia de comprar un colchón de calidad que se adapte a nuestras necesidades. Un colchón adecuado puede ser nuestro aliado para lograr el anhelado reposo nocturno.
Un colchón de óptima calidad brinda el apoyo esencial que el cuerpo requiere, ofreciendo a la espalda y el cuello una postura adecuada durante el descanso. Esto contribuye a prevenir molestias y garantizar un despertar sin dolencias.
Pero el colchón es solo una pieza del rompecabezas, la almohada juega un papel igualmente crucial. Escoger la almohada idónea es fundamental para asegurar una noche tranquila y beneficiosa.
Es esencial señalar que las almohadas no son universales. Existen innumerables variantes en términos de dimensiones, composición y firmeza. Te orientaremos sobre que tipo de almohada es la más indicada si padeces dolores cervicales antes de comprar en una tienda de colchones online.
Tipos de almohadas
Actualmente, el mercado ofrece una diversidad de almohadas, clasificadas por dimensiones, componentes y firmeza. Si tu objetivo es aliviar el dolor cervical, es vital considerar estos factores al hacer tu elección. No olvides visitar todos los artículos de nuestro blog sobre descanso para estar atento a las últimas novedades del sector y saber como como dormir bien todos los días.
Tipos de almohadas según su firmeza
Las almohadas, al igual que los colchones, varían en su consistencia y elevación. Según estos parámetros, podemos agruparlas en categorías: alta, media y baja. Estas diferencias se deben, en gran medida, a los materiales con los que se fabrican.
Estas características determinan cómo se adaptan a distintas posturas al dormir y cómo responden a las particularidades de cada individuo y sus hábitos nocturnos.
Tipos de almohadas según sus materiales
Como ya hemos mencionado, los componentes con los que se fabrican las almohadas desempeñan un papel fundamental. Según el material, algunas se moldean con mayor precisión a la silueta de nuestros hombros, nuca y cabeza, garantizando un sueño más placentero.
Si buscas alivio para molestias en el cuello o hombros, existen opciones fabricadas en látex, viscoelástica o viscogel que, dependiendo de su firmeza, se adaptan con exactitud al contorno del cuerpo.
Por otro lado, las almohadas de plumón o materiales sintéticos suelen ser más blandas y menos adaptables.
Tipos de almohadas según su tamaño
En el mundo de las almohadas, hay una variedad de tamaños, similar a los colchones. Comúnmente, se opta por una almohada que se alinee con el ancho del lecho.
Por ejemplo, para camas sencillas de 180 x 90 cm, una almohada de 90 cm es idónea; mientras que para una de 180 x 105 cm, una almohada de 105 cm es la indicada.
Para lechos matrimoniales, la elección puede variar. Puedes optar por una almohada que abarque todo el ancho de la cama o bien, seleccionar dos que sumen el ancho total. Así, para un lecho de 135 o 150 cm, puedes elegir una almohada de esa medida o dos de 70 o 75 cm respectivamente.
¿Cómo elegir la almohada adecuada para aliviar dolores cervicales y lumbares?
A menudo decimos que no hay una almohada universal que ofrezca el máximo confort para todos. Cada individuo es único en su constitución y características físicas, lo que significa que debe seleccionar una almohada que cumpla con sus requerimientos personales.
Si tu objetivo es encontrar almohadas que ayuden a mitigar dolencias en el cuello y la espalda, te aconsejamos aquellas que favorezcan una alineación natural de la columna, evitando posturas tensas y basándose en cómo te ubicas al dormir.
Por ejemplo, para aquellos que duermen de lado, las almohadas más elevadas y firmes, como las de látex, viscogel o viscoelástica, son ideales. Para quienes prefieren dormir boca abajo, se recomiendan almohadas más suaves y de menor altura, como las de plumón o materiales sintéticos.
Y si eres de los que duerme boca arriba, una almohada de firmeza y altura media podría ser la elección perfecta, siendo las de látex, viscogel o viscoelástica excelentes opciones por su capacidad adaptativa.
En resumen, seleccionar la almohada correcta para atender dolencias de cuello y espalda es esencial para asegurar un sueño profundo y revitalizante. Almohadas como las de látex, viscogel y viscoelástica se adaptan a las distintas posturas que tomamos al descansar, contribuyendo a una postura adecuada de la columna y potenciando la calidad de nuestro sueño.